miércoles, 31 de diciembre de 2008

¡Qué bello es vivir!


Quizás sea por la temporada, quizás un optimismo que considero instrínseco, o quizás todo lo contrario: la necesidad de volver a ver de vez en cuando películas como ésta, que nos devuelvan el "espíritu navideño", el de verdad, el que nos recuerda que la vida es buena en la medida que nosotros le demos la oportunidad de serla.

Cae como anillo al dedo en esta época del año, llena de prisas, apuros, deudas y colas para pagar los regalos. Fue durante muchos años (y quizás todavía lo sea) la película obligatoria para ver en el cable en navidad. Sin embargo, no es la típica película de navidad.

No hay que caer en la visión simplista y moralista de decir "oh, es un linda película con gente muy buena que habla del sueño americano". Aunque Capra era muy patriota y en algunas cosas muy gringo, no se puede pasar por alto el enorme sentido crítico que tenía hacia las instituciones y los modos de vida de su propio país. Por supuesto, en la que es considerada su mejor película, esa crítica no está tan dirigida a las autoridades en sí, si no a sus congéneres estadounidenses y, de paso, a todo el mundo.

Es verdad que a nosotros, latinos, nos pueda parecer tremendamente yankee a ratos. Pero después se nos olvida. Porque los personajes son tan parecidos a lo que a nosotros nos gustaría ser. George Bailey - encarnado por un magnifico James Stewart - vive y sufre y aguanta y se posterga y nos produce una piedad infinita que al mismo tiempo es inspiradora, así como la encantadora Mary Hatch - Donna Reed, bellísima - la contraparte femenina ideal. Y todos los personajes de Bedford Falls, el pueblito donde transcurre la historia, tienen ese encanto característico de las películas de Capra, y ese debate profundo entre lo que es correcto y difícil y lo que es fácil pero que a la larga conduciría a la insatisfacción. Es esa la batalla heroíca de los personajes de Capra, que toman decisiones ejemplares en una adversidad tan cotidiana que nos resulta terriblemente familiar, y por eso mismo nos conmueve. Y por supuesto, al final de "It's a Wonderful Life", no es el héroe el que salva a su pueblo si no exactamente al revés.

Hermoso, sí. Moral, por supuesto. Moralista, mucho menos de lo que parece. Inspiradora, absolutamente. Recuerdo cuando mi novia tuvo un momento trágico, había peleado con su papá. Eran las 11 de la noche y cogí el auto, una caja de chocolates e "It's a Wonderful Life". Todo el equipo de emergencias para subirle el ánimo. Reemplazó las lágrimas de pena por las de emoción al final de la película.

Porque para eso es, para llorar de alegría, sin culpa, llenos de optimismo. A fin de cuentas, verla en familia puede ser la mejor forma de decir "feliz navidad".


“It’s a wonderful life”


Director Frank Capra

Guión Frances Goodrich, Albert Hackett, Frank Capra, basado en el cuento "The Greatest Gift" de Philip Van Doren Stern.

Reparto James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Henry Travers

Producción Frank Capra

Fotografía Joseph Biroc, Joseph Walker Victor Milner,

Edición William Hornbeck

País EEUU

Año 1946

Duración 130 minutos

Idioma Inglés


Ranking IMDB: 31
Ranking AFI: 20

martes, 30 de diciembre de 2008

El Drama es la Vida sin las partes aburridas.




Hay que hablar de Cine.

En realidad, hay que hablar de cuentos, que es exactamente lo mismo. Es en la pantalla plateada donde se escriben y se leen los cuentos de nuestra era. Donde intensificamos nuestra propia experiencia como en un espejo maravilloso que nos permite ser, de vez en cuando, los héroes de esos cuentos.

Nosotros no vamos al cine a escapar o a entretenernos - al menos no solamente. Vamos a ver nuestras propias vidas en pantalla, contadas como a nosotros nos gustaría oírlas, con actores que no se parecen a nosotros pero que, por unas dos horas, nos representan. Con más o menos efectos especiales, el Cine - y el drama - es la Vida misma puesta en marcha.

Y, por supuesto, esa vida representada debe ser entretenida. Por eso he escogido esta célebre cita de Alfred Hitchcock para empezar este humilde blog. Para empezar con la absoluta conciencia de que, sobre todo, la vida también debe ser entretenida.

100 Películas

Por lo mismo, lo escrito en este blog es absolutamente arbitrario y no pretende contener ninguna verdad absoluta - la verdad es imaginaria - si no, darme el espacio de escribir sobre mi gran pasión y vocación: El Cine.

Tampoco pretende la sabiduria y la cabalidad de los conocimientos. Uno siempre está en constante aprendizaje y formación, sobre todo en cuanto a artes se refiere. Como todo blog, todos los comentarios posibles serán recibidos en pos de una conversación constructiva y entretenida.

Por lo mismo, los comentarios que empobrezcan la conversación, serán retirados arbitrariamente.

Soy periodista y guionista, pero no crítico de cine. Amo las películas. Y quiero compartir cibernéticamente aquellas que considero las 100 mejores películas que haya visto.

Espero que disfruten la lectura y las películas.

Atentamente.

Tobías Gabriel Palma