jueves, 28 de enero de 2010

"El Secreto de sus Ojos" y la Argentina negra


¿Cómo no me di cuenta antes, si era tan obvio? ¿Qué otro país del mundo podría cultivar tanto material para ese hermoso género cinematográfico que es el cine negro? Solo en Argentina se podría haber urdido una película que reuniera la disconformidad con el sistema, la denuncia de una corrupción inmanejable y la ironía producto de la triste impotencia de años del mismo cuento.

Quizás esa es la gran virtud que los argentinos tienen a la hora de hacer cuentos: no tienen miedo de reconocer todos sus defectos. Parece paradójico viniendo de un pueblo famoso por su orgullo y su arrogancia, pero hay que reconocer que detrás de esa soberbia también hay una fuerte capacidad de autocrítica, que parece ser el producto de haberse equivocado una y otra vez.

De la impotencia a lo negro (y viceversa)

Es posible que el guión sea uno de los mayores argumentos para que "El secreto de sus ojos" compita al Oscar a Mejor Película Extranjera, porque se trata de un guión construido a la usanza hollywoodense, con demasiados guiños estructurales al glorioso cine negro norteamericano. Esto no es ningún defecto. Al contrario. Un guión bien erguido solo hace que la historia cobre ritmo y envuelva al espectador en más placer.

Por otro lado, es lógico que tenga ese tufillo, porque es en sí una denuncia histórica a la idiosincracia de los argentinos. Va más allá de levantar acusaciones a tal o cual institución; en el fondo, es también un ejercicio de mirarse el ombligo y reconocer la yayitas de un país con mucha personalidad. Tanta, que sigue siendo un país orgulloso.

Lo paradójico de ese orgullo está en la impotencia que se desprende de la ironía, de los dejos cómicos de los personajes de la película, que aunque luchan contra aquello que se denuncia, tarde o temprano parecen tirar la toalla. O bien, siguen luchando, pero por medios menos correctos, lo que, podría decirse, es otra forma de dejarse corromper.


Debí haberme dado cuenta con "Nueve Reinas", pero no se me ocurre país mejor que nuestro vecino trasandino para cultivar el necesario género del cine negro.

De verdad que le deseo suerte a "El secreto de sus ojos" en los Oscar. Que la última media hora parezca pegada con chicle no debe tirar por borda los excelentes noventa minutos anteriores. Mención aparte merece la enorme calidad del plano secuencia del estadio.

Por lo demás, ya no hace falta decir, otra vez, que para esto es el cine: para mirarse a uno mismo y sacar a relucir virtudes y defectos. Cuando se es altivo, como los argentinos en este caso, mejor.

Dirección Juan José Campanella
Ayudante de dirección Fernando Alcalde
Producción Haddock Films
Tornasol Films
100 Bares
Telefe
Guión Eduardo Sacheri
Juan José Campanella
Música Federico Jusid
Sonido José Luis Díaz Ouzande
Fotografía Felix Monti (ADF)
Montaje Juan José Campanella
Vestuario Cecilia Monti
Efectos especiales Rodrigo Tomasso
Reparto Ricardo Darín
Guillermo Francella
Soledad Villamil
Pablo Rago
Javier Godino
Países Argentina
España
Año 2009
Género Thriller, Cine Negro



miércoles, 20 de enero de 2010

10 películas que le recomendaría a Piñera...

... o a cualquier presidente, aunque lo más probable es que no las vaya a ver. Como sea, en ningún caso les puede hacer mal. Quizás asustarlos un poco, algunas, aburrirlos otras. Puede que un que otra hasta les guste.


    • "Mr. Smith goes to Washington", de Frank Capra, 1938
    Debería haber una sala en el congreso donde proyecten esta película después de cada elección, y deberían obligar a todos los candidatos electos a verla, al menos unas tres veces. Más si son reelectos. Como buena película de Capra, está llena de ideales patrios, extensibles a cualquier democracia occidental. Suponiendo que toda persona dedicada al servicio público lo hace por defender dichos ideales, funciona muy bien como recordatorio. Si algún político la ve y no se conmueve, yo dudaría de su vocación.


    •   "V for Vendetta", de James McTeigue, 2005
      Para resumirlo en una sola cita: "People should not be afraid of their governments; governments should be afraid of their people". Para recordarle a los elegidos que quienes los eligieron también pueden sacarlos de ahí. Y no siempre de forma pacífica.



      • "Wall-e", de Andrew Stanton, 2008
      Hay cosas que no se pueden vender. Ya no. Hay que separarse un poco del vértigo de la economía y el dinero y darse cuenta de que la naturaleza - para no ocupar la palabra "ecología" - es un bien que necesitamos incluso más que unas cuantas lucas. Ya un clásico, esta película de PIXAR habla de - entre otras cosas - reconectarse con lo original, con esas cosas sencillas previas a los delirantes y desarrollados tiempos que corren. Serviría para reflexionar de qué se trata el status de país desarrollado que supuestamente queremos alcanzar.


      • "Greed", de Erich Von Stroheim, 1924
        No solo es una de las obras de arte que mejor exponen el nivel de degradación moral y hasta física que produce el dinero. Además es un bonbón de cine mudo de 4 horas, que bien podría retorcer de aburrimiento a cualquier estómago que no esté preparado. A pesar de que me gusta mucho, si tuviera que torturar a alguien, lo obligaría a ver esta película entera y de corrido... probablemente junto con "Andrei Rublev".



        • "The Gold Rush", de Charles Chaplin, 1925
        Muchas cosas en la vida son por fortuna, buena o mala. Gran enseñanza de Chaplin. Ahora tocó ganar la elección presidencial, pero, como muchos comentan, hay más deméritos ajenos que méritos propios. Y en cualquier momento se nos viene otra crisis económica más fuerte que la anterior... y hay cosas que ni el dinero puede arreglar. Lo peor es que, si llega a tener mala c... suerte, igual le van a echar la culpa. Así funciona. Nada que hacer.


        • "Sin City", de Robert Rodríguez y Frank Miller, 2005
        Deliciosa película. La corrupción está en todos lados. Incluso en quienes le rodean. No crea que somos tan ingenuos como para no saberlo. Y siempre, SIEMPRE, habrá alguno que sea lo suficientemente justo y noble - o rencoroso - como para querer desenmascararlo. Recuerde lo que aprendió en la clase de física: toda acción genera una reacción.


        • "C'eravamo tanto amati", de Ettore Scola, 1973
        Usted que está tan orgulloso de su discurso de juventud, de su posición durante ela dictadura y de haber sido incluso un poco - pooooco - hippie, no se olvide de eso. Un día puede descubrir que no le gusta en lo que se ha convertido, y darse cuenta de que no puede hacer mucho al respecto. 


        • "El Gran Circo Chamorro", de José Bohr, 1955
        Había que incluir al menos una película chilena. Y qué mejor que la más chilena de todas. Si usted no sabe cómo es el país que quiere gobernar, vea este film. A ver si le quedan ganas de seguir gobernando.


        • "Ying Xiong", de Zhang Yimou, 2002
        Y si efectivamente quiere dejar la grande, si se va a convertir en un tirano y un déspota y nos va a vender a todos al mejor postor, entonces hágalo con estilo, y financie una película de este tipo, con bombos, platillos, dos mil extras y personajes épicos que nos hagan creer que estamos mejor que nunca y convenza al resto del mundo que lo queremos y lo necesitamos. Que para eso es el cine.  

        BONUS TRACK: "Citizen Kane", de Orson Welles, 1941

        Es como obvio, ¿no? Archi-ultra millonario que lo tiene todo menos la felicidad y la plenitud de aquello que no puede comprar. Más claro echarle agua a este maravilloso lugar común del cine.

        SEGUNDO BONUS TRACK: "Thelma & Louise", de Ridley Scott, 1991

        Sugerencia de mi polola, que es mucho más inteligente que yo. Me convención con el siguiente argumento: el tema de esta película es como los criminales son un producto de la misma sociedad. A usted que tanto le gusta decir "se les acabó la fiesta a los delincuentes" y que quiere llenar el país de carabineros y cárceles, vaya un poco más al hueso del asunto.