martes, 6 de enero de 2009

La Princesa Prometida

Esto es arbitrario, como ya se dijo antes. Pero estoy seguro de que quienes hayan visto esta película concordarán conmigo en que es una de las mejores (si es que no LA mejor) película de bajo presupuesto que se ha hecho nunca. Estrenada en 1987, en Estados Unidos fue, seamos honestos, un fracaso de taquilla. Pero debemos recordar que son los años, y nadie más que los años, los que le dan a una obra su trascendencia.

Y así, The Princess Bride es ahora una película de culto. Exquisita, entretenídisima y cargada de cuento, de mito, de historias y de referentes subterráneos, sin olvidar las dos o tres escenas inmortales que tiene.

Empecemos por lo simple y entretenido. Los rostros delante y detrás de la pantalla. Cuando vemos la película sabemos que hemos visto esas caras antes pero no estamos seguros dónde. El protagonista, Cary Elwis, puede ser recordado por Robin Hood; Men in Tights de Mel Brooks o como la contraparte de Jim Carey en Liar Liar o, mejor aún, como el Dr. Lawrence Gordon en la primera entrega de Saw. Robin Wright Penn, la actriz que interpreta a la princesa Buttercup, es la novia de Forest Gump, Jenny Currin, además de ser la actual esposa de Sean Penn. Mandy Patinkin, el inolvidable Iñigo Montoya, estelarizó en millones de series televisivas de bastante éxito, como Chicago Hope, Law& Order o Dead Like Me. Fred Savage es probablemente el que más salta a la memoria como el niñito de Los años maravillosos. Y lo más insólito, Chris Sarandon, el de los 6 dedos, pasará a la historia del anonimato como la voz de Jack Skellington del ya clásico de Tim Burton, The Nightmare Before Christmas.

Como pueden ver, es un reparto de caras esporádicas, que aparecieron muy de vez en cuando en la pantalla pero que, sin duda, dejaron huella en el inconsciente. Otro dato curioso: la mayoría de estos actores (Elwes, Sarandon y Patinkin) contribuyeron con sus voces a los doblajes al inglés de las películas de Hayao Miyazaki.

El director, Rob Reiner, tiene, además de esta, dos películas inolvidables: la anterior y la posterior a The Princess Bride. When Harry met Sally es la posterior y la más conocida de las tres (al menos de nombre), ya que fue un éxito de taquilla y de crítica y posicionó a Billy Crystal (que, a todo esto, tiene un notable papel secundario en The Princess). La anterior es otra película de culto del cable; Stand by me es esa típica película de 4 amigos que viajan siguiendo una línea de tren buscando el cadáver de un adolescente de su pueblo. Un clásico de la media tarde.

La inmortalidad del cuento

Pero lo importante de The Princess Bride no son las caras, a cualquiera de los lados de la pantalla, si no el hechizo encantador de su mágica historia, de sus momentos cúlmines, de sus héroes y princesas. En resumen, de su mito.

No por nada en la película, al igual que el libro original de William Goldman (que, de paso, es el guionista), la historia es presentada por el abuelo de un niño enfermo (Savage), que atrapado en su aburrimiento hace poco más que ver televisión. El abuelo (Peter Falk, Columbo, ni más ni menos) lo saca de esa alienación, obligándolo a escuchar el cuento que le va a contar. Y nos vemos trasladados a esta fábula maravillosa, entretenida, dramática y cautivadora.

La eterna espera de la princesa Buttercup por el regreso de su desaparecido amado, Westley, nos remite inmediatamente a la bella Penélope que hace y deshace el tejido en espera de Odiseo. La fascinante historia del Pirata Robert, el villano inmortal que atacó el barco en el que iba Westley, y que ahora ha venido al reino a rescatar a Buttercup de un grupo de asesinos contratados por su novio, el principe Humperdinck. Y la secundaria pero imprescindible historia de Iñigo Montoya, el espadachín español que busca al hombre que mató a su padre para cobrar venganza.
Todas esas historias tienen resonancias más profundas de lo inmediato y aparente. Están cargadas de un sentido primigenio, contadas en su forma original: Un cuento de hadas.

Hay escenas inolvidables: el duelo de espadas y habilidad entre Iñigo Montoya y el Pirata Robert, seguido del duelo de astucia contra Vizzini. O el asedio de tres hombres - Iñigo Montoya, el gigante Fezzik (André, el gigante) y un recién resucitado e inmóvil Pirata Robert - al castillo de Humperdinck. O mi favorita, la escena en la que Iñigo Montoya enfrenta al asesino de su padre, que lanzó a la inmortalidad la frase "Hello, my name is Iñigo Montoya. You killed my father. Prepare to die".

Está bien que se noten los desperfectos técnicos, que los efectos especiales sean limitados, que los "roedores de tamaño inusual" (rodents of unusual size, del pantano del fuego, gran escenario) sean feos y falsos. No tendría el mismo encanto si fuera un drama realista. Debemos casarnos con la fantasía y el encanto de escenas, diálogos y personajes. Es ahí donde reposa la trascendencia de esta película.

Hay pocas historias tan bien contadas como ésta, que contienen en su versión cinematográfica un dinamismo difícil de igualar, que conjuga aventura, romance, suspenso y comedia a partes iguales y equilibradas, que no se contrapesan, si no que se sostienen.

Puede que técnicamente deje mucho que desear, pero eso no nos compete en este momento. Lo importante es tener en cuenta por qué hoy, 20 años después de su fallido estreno, The Princess Bride es una película de culto, de mucho mayor éxito y estima del que sus creadores alguna vez pensaron que podría tener. ¿Cuál es el secreto enterrado en la película? Pues es el secreto de la inmortalidad, el mismo que guardaba el Pirata Robert, y el mismo que encierran todos los genuinos cuentos de hadas.


The Princess Bride
1987

Dirección Rob Reiner

Producción Andrew Scheinman, Rob Reiner

Guión William Goldman

Música Willy Deville, Mark Knopfler

Fotografía Adrian Biddle

Reparto Cary Elwes, Mandy Patinkin, Chris Sarandon, Christopher Guest, Wallace Shawn, André el Gigante, Fred Savage, Robin Wright Penn, Peter Falk

País Estados Unidos

Duración 98 minutos

Ranking IMDB: 170

Ranking AFI 100 Passions: #88 entre las mejores historias de amor de los últimos 100 años

9 comentarios:

  1. Uhhhh, me dio escalofríos casa dos lineas! Te juro! Muy bien escrito, Tobi.

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  2. mmm tendre q verla par opinar tobi,
    creo tener algunas imagen del gigante, me parece conocido, de casualidad no es el que hacia a Hulk en la serie de Tv antigua???
    bueno saludos

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  3. Jajajaja

    Es una gran película, creeme. Pero el gigante no es le de Hulk. André el gigante era un luchador de Lucha Libre gringa, lo que lamentablemente se nota en su "pintoresca" actuación.

    El Hulk de la serie lo interpretaba un fisicoculturista llamado Bill Bixie, cuya última aparición es en una referencia que se le hace en Los Padrinos Mágicos. Y creo que el mundo no está preparado para un regreso más glorioso que ese.

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  4. "Mai neim is Iñigo Montoya. Yu kild my fáder. Preper tu dai"... Un claaaaaasico!!

    Hay que ser honesto: esta película tiene muchos méritos, pero el más grande es su sumplicidad. No es una película ambiciosa ni de mucho presupuesto, pero aún así logra cautivarnos. Se ha convertido en un film memorable que ha quedado grabado en nuestra retina desde nuestra infancia (tanto o más que La Historia Sin Fin, Los Goonies o Big).

    PD: Aún no veo "Qué bello es Vivir!" (la bajé, eso sí... no, espera... alguien dijo "bajar"??... quise decir arrendar... eso, arrendar...)

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  5. Dios, me encanta esta película!!!! La tengo en mi lista de favoritas desde muy pequeño

    Gracias por este estupendo repaso :)

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  6. Primero una aclaración ñoña: el Hulk de la serie de los '70 se llama Lou Ferrigno, e hizo un cameo en la película "Hulk" de Ang Lee. Bill Bixby era el renacuajo que hacía de Bruce Banner.

    Respecto a "La princesa prometida" es precisamente lo infantil del relato y la puesta en escena lo que la convierte en un cuento de hadas nostálgico, como una operetta: exagerada y con la escenografía en cartón, exigiéndonos una tremenda dosis de suspensión de incredulidad para meternos en la historia y volver a creer en esos cuentos que nos tragábamos cuando éramos inocentes.

    ¡Saludos!

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  7. Es verdad Tobias...esta película reúne todos los cuentos que escuchamos cuando pequeños, y como nos remonta inconscientemente a esos momentos en que nuestros padres nos leían al borde de la cama cuando apenas sabíamos distinguir las vocales, nos emocionamos nuevamente al ver las luchas y peligros de los protagonistas.
    Westley fusiona a todos los príncipes azules que soñamos las niñas a los 10 años y a todos los héroes que quisieron ser los chicos (a los 30?): valiente, guapo, inmortal, exitoso y con una princesa rica(patrimonialmente hablando XD)

    Quienes no la han visto, véanla...COMO GUSTEN!

    Nubia.

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  8. noo viejaa el jgigante de hulk era el señor LOU FERRIÑO!! BILL BIXIBIE era su alter ego el doctor david baner!

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  9. CHRIS SARANDON NO ES EL DE LOS SEIS DEDOS, ES EL PRÍNCIPE QUE QUIERE MATAR A LA PRINCESA DESPUÉS DE CASARSE CON ELLA. "SABÍA QUE ME ENGAÑABAS, SABÍA QUE ME ENGAÑABAS..." ES SU FRASE CÉLEBRE DE LA PELI.

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